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6.9.06

Dia 1: Nowhere Land

Patricia… derecha o izquierda?
Derecha….



Y así empezó nuestra nueva misión. No teníamos la menor idea de donde ir, solo que teníamos que ir a algún lado y el camino de la derecha nos llevaría. Aquí puse el marcador del auto en cero y a contar cuantos kilómetros andaríamos en busca de lo que no buscamos.



4 horas después, divisamos un centro de información turística. Ya que no teníamos ni la menor idea de donde estábamos o a donde íbamos, sonaba algo razonable el hacer una parada y ubicarnos geográficamente. Al parecer estábamos en Redding. Motivo suficiente para alimentarnos sanamente a punta de “patatas” fritas, galletas de chocolate y maíz frito (canchita).



Ahí decidimos cambiar de rumbo… no mas norte, vamonos al oeste. Claro esta que para llegar al oeste y ver el mar, es necesario cruzar las montañas que cruzan California (apéndice de los Andes) y fue verdaderamente aquí donde empezó la aventura.



Para cruzar las montañas, hubo cambio de posiciones. Gui chofer, Luis al Ipod, Adrián se convirtió en sistema GPS y Patricia en ejemplo de hibernación, bien a la almohada.



El plan original era llegar a una ciudad costera llamada Eureka. De ahí ver para donde íbamos, pero no había forma de cruzar. Un incendio forestal había cerrado la carretera que nos llevaría. No nos quedo otra, mas que cambiar de rumbo y bajar un poco al sur para tomar otro camino.

Y bueno… pequeños detalles que se presentan en el camino. ¿Dónde mierda sacas gasolina entre los árboles?. Según nuestro mapa, manejando en dirección al incendio, encontraríamos una “ciudad” llamada Douglas. Basándonos en la teoría de la civilización, alguna estación de gas existiría en ese lugar. Y no nos equivocamos.

Aquí aprendimos una nueva lección, no todas las gasolineras funcionan 24 horas o reciben tarjetas de crédito. Tiempo de dejar Douglas y sus 8 habitantes para seguir manejando rumbo el incendio y buscar la siguiente ciudad donde finalmente encontramos gas y un par de minutos para sacar el balón y ejercitarse casi a la medianoche junto a la carretera. Despues del ejercicio... Burguer King.



Aquí hubo otro cambio de posiciones. Adrián al volante, Patricia de sistema GPS y DJ. Gui y Luis a hibernar.

No recuerdo mucho este tramo del viaje. Entre sueños veía como la neblina se hacia mas espesa, la carretera mas empinada y curva, la velocidad del auto descendía al igual que la temperatura. Los ánimos se caldeaban y la saliva fluía libremente de mi boca al asiento (es que el babear y roncar al mismo tiempo es un don que no todos podemos jactarnos de tener). Oficialmente era hora de encontrar un lugar donde acampar.

Una de las razones por las cuales no suelo acampar en California, es por las miles de limitaciones y restricciones que existen. Que licencia para pescar, que pagar para acampar, que reciclar, que orinas, que no hacer ruido después de las 10.. bla bla bla. Era ahí donde extrañe aquellas noches de campamento en las playas de Lima donde no hay ley ni cultura etílica. Para suerte mía, en España los crian igual que en el Peru. Es decir, a la aventura y con conciencia económica. Pasada la 1 de la madrugada, un peruano, 2 españoles y un francés, ingresaron clandestinamente a un centro de campamento sin pagar.

Y bueno! Que se podía hacer si había un cartelito que decía “Campamento Lleno”. En algún sitio había que dormir.

Luego de estacionar a Patricio (mi auto) encontramos un espacio dentro de un campamento familiar. Eso es cuando una familia entera renta todo una área donde ponen varias carpas. También encontramos el fuego ya hecho y sillas alrededor de este. Un bar completo y silencio total. Tiempo de descansar.

2 comments:

Javicentrico said...

AJA!
Se esperaba la historia
con ansias ..
pero...
pero...
Mc Donald's Rules!

Veamos hasta donde
llegaste
montando un oso!!

JO JO JO

Escuchando: Responde by Diego Gonzales

Luis E. Guerra said...

Escucha MacGuevara's o CheDonald's de Kevin Johansen... te va a gustar.