A las 7:30am recibi un mensaje de Ptrick "recordandome" que en 30 minutos pasaria a recojerme para irnos de caminata con el resto de la pandilla. No se que diablos estaba pensando, pero al parecer en uno de mis lapsus brutus de inconciencia sociocultural, me comprometi en ir a una isla llamada Angel (Angel Island) de excursion. A las 8 de la madre grandisima puta de la mañana. Sip... asi de enojado me puse cuando me despertaron a las 7:30am en mi dia libre.
Pero bueno... todo sea por pasar un buen dia con la pandilla. Y con medio cerebro aun hibernando, termine desayunando en los muelles de la ciudad esperando que la gente vaya llegando poco a poco.
En los muelles hay un mercado muy al estilo latinoamericano. La idea de desayunar ahi me parecio de lo mas atractiva. Finalmente caminar entre puestos de fruta y verdura me traera un poco de esas experiencias que tanto extraño de Lima. La relacion "casera-comadre" que todo asiduo a un mercado conoce. Sin embargo, mi experiencia se vio totalmente arruinada en los primeros 3 minutos.
- mmm... duraznos.
- Si Joven, estan muy buenos. Desea probar alguno?
- No te preocupes... dame 3 duraznos por favor
- ok... serian 8 dolares en total.
- QUE?????????? COMO????????????? CUANTO??????
- 8 Dolares por favor.
Y asi me di con la cruda realidad que en esta ciudad, los mercaditos son un lujo, no una necesidad.
Inmediatamente regrese donde el resto del grupo y empeze mi descarga emocional. Pero esta se vio empeorada cuando escuche los planes de hacer un picnic en la isla con productos del "mercado". Vayanse todos al carajo! Somos 15 personas y no pienso gastar 100 dolares en 1 lechuga y duraznos para todos.
Johua estuve de acuerdo conmigo y mientras todos desenvainaban las billeteras para gastar una fortuna en fruta, nosotros nos fuimos al centro comercial mas cercano donde conseguimos duraznos por 99 centavos el kilo. Llenos de quimicos y colorantes, pero duraznos al fin y al cabo.
Al regresar de nuestra aventura en el supermercado, vimos que nuestra embarcacion habia llegado. Era tiempo de subir al barco y empezar el viaje... ojala y no vomite.
Al ingresar al barco, nos colocamos en la parte superior para poder disfrutar un poco del sol, la brisa y para poder vomitar tranquilamente en caso de ser necesario. Es que mi estomago no funciona muy bien bajo ciertas circunstancias marinas.
Durante el transcurso del viaje que dura casi 1 hora, las cosas empezaron a ponerse mejor. Tal ves se debia a que mi cerebro ya se encontraba casi totalmente despierto o simplemente por el hecho que mi estomago no presentaba signos de fastio... aunque quizas se haya debido a que antes de las 10am las cervezas habian empezado a rondar nuestra seccion del barco.
Desde el barco, una vista de la ciudad.
Finalmente llegamos a la isla. Angel Island esta llena de caminos y una pequeña playa. Pero claro esta, inmediatamente todos se percataron del bar que se encontraba junto al desembarcadero. Pero eso era para despues... era momento de empezar la aventura.
La Isla no es muy grande y la intension final era llegar hasta la cima de su unica montaña para poder apreciar el panorama. El problema era que no sabiamos por donde empezar, pero eso se vio resuelto con la ley "Derecha". Cuando no tengas la menor idea de donde ir, sigue el camino que va a la derecha constantemente, y asi fue.
El camino era bastante facil. En realidad se trataba de la ruta de emergencia que los paramedicos usan en casa de accidentes. Esta se encontraba asfaltada y hacia la aventura mas simple. Lamentablemente, las cosas no siguieron asi. El asfalto se termino y empezo la trocha. Sin embargo se podria decir que tambien era un camino bastante sencillo, exceptuando algunas ramas y piedras.
El camino se fue estrechando poco a poco. Y cuando me di cuenta, estabamos en una trocha donde solo una persona podia caminar al mismo tiempo. Por unos minutos, tuve un flashback sobre Los Caminos del Inca.
Y de repente... se acabo el camino.
Al parecer la teoria de la "derecha" no siempre funciona. Nos perdimos y terminamos en pleno de una seccion de arboles caidos (cortados) y si ningun camino visible que seguir hasta la cima. Sin embargo la vista de la bahia era impresionante :)
Oh.. perfecto! Lo que me gusta. Un poco de aventura realista y el reto de poder sobrevivir. Lamentablemente la mayoria de mi grupo (por no decir todo el resto) no compartia mi espirito de aventura y despues de segiurme por unos minutos, decidieron dar media vuelta y regresar en busca del camino original.
Después de retornar y encontrar una señal que nos oriento correctamente, seguimos el camino trazado y empezamos a acercarnos a la parte mas alta de la isla. En el camino encontramos diferentes construcciones abandonadas que habian serviso como refugio al ejercito americano durante el siglo pasado. Tiempo perfecto para tomar un descanso.
Finalmente llegamos a la parte mas alta. Y tengo que reconocer que la vista que se tiene de ahi es bastante impresionante.
No solo se puede ver el total de la bahia, sino que se tiene una vista espectacular de los puentes y la ciudad de San Francisco.
A comer se ha dicho. Momento del picnic comunal. Fresas, moras, duraznos, uvas, quesos, panes, mermeladas, mantequilla de mani, salsas, tomates y otras verduras fueron los ingredientes de nuestro picnic. Personalmente fue el mejor momento del dia. una vista impresionante junto a la pandilla mientras maldeciamos lo que seria la bajada. Sin embargo, la simple idea del bar en el muelle de la isla, motivo a mas de uno.
La bajada no fue tan tedioso como pensamos. Con la barriga llena todos caminamos con buen humor y en poco mas de una hora logramos regresar. Ahora, a lo importante... al bar local.
Y despues de la rehidratacion necesaria, subimos nuevamente al barco a regresar a casa. Todos seguiamos de buen humor y entre bromas empezamos el viaje. El sol aun segui fuerte a pesar de ser tarde.
Pero fue una vision enparticular, la que cambio los animos colectivos. La neblina... la bendita neblina.
Mucha gente habla de San Francisco y la neblina, pero nunca la habia visto de esta manera. Fue una vision que nos dejo a todos en silencio por mucho rato.
La Neblina cubriendo San Francisco. Y pensar que todos vivimos debajo de esa manta blanca.
A medida que nos acercabamos mas a la ciudad, la temperatura empezo a decender y como consecuencia el cafe empezo a llegar.
Tiempo de capturar los ultimos rayos de sol antes de desembarcar y volver a nuestra realidad citadina.
Al llegar al puerto, salimos todos a distintas velocidades hacia los vehiculos con direccion al departamente de Patrick. Ahi pasariamos lo que seria el resto de la noche. Cenando en grupo y hablando de lo que fue la aventura y lo que sera la proxima.
L.
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