

Sin embargo, hay que reconocer que visitar Cafe de la Presse en una tarde de compras con amigos, despues de un exceso de bebidas la noche anterior, tiene su gracia.

Ese dia lo pasamos por el centro financiero comprando y hablando sobre el concepto de cultura-etilica. Pero sobre todo el reprochando mi labor de "sobrio designado" y el abuso que este titulo lleva consigo. Como no poder dormir hasta las 4:30am porque hay que lidiar con algunos que se las quieren dar de conductores despues de media botella de Jack Daniels.
El rostro del cansancio y el fastidio...

Cafe de la Presse me gusta, pero no me apasiona.
El premio se lo lleva la mujer que salio a comer con la Virgen de Guadalupe en la espalda.

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