Lunes de Ula-Ula

Saliendo de trabajar un lunes por la tarde, recibo una llamada de Adam. Alguien le paso el dato que en un viejo bar citadino habían empezado a poner pop ochentero de 5 a 8pm. Una forma de atraer a la gente de mi generación que sale de trabajar y busca un descanso antes de ir a casa. Yo como siempre, dispuesto a hacer turismo de aventura local acepte la invitación sin mucha inconveniencia.

¡Oh Sorpresa! Gui (El French) andaba vagando por esas zonas mucho antes que yo. Junto a el, Marques (que por alguna regla de onomatopeya que desconozco, se pronuncia MarKu) y el clandestino Anouar.

Mi primera reacción fue la indignación -¿Y ustedes se consideran mis amigos?. Sabían de este refugio generacional y fueron incapaces de comunicármelo con anticipación? – Pero después de unos minutos me di cuenta que no estaban precisamente en estado para razonar mis dilemas existenciales. Al parecer, este trío habían descubierto algo llamado White Russian (Ruso Blanco) bebida que nunca llegue a probar por su acto contenido de lactosa.

Mientras ingería una Diet Coke (sip, solo una soda) y bailaba al ritmo de Culture Club, Esteban nos avisa vía telefónica, que Marcio estaba haciendo un concurso de Ula-Ula en su casa.

- …
- ¿alo?
- Espera que me has hecho salir soda por la nariz
- ¿ah? … no se que hablas…. Pero, ¿te apuntas?
- ¿me estas jodiendo? ¿en serio un concurso de Ula-Ula?
- Si, si… tu sabes como funciona esto. Y sino, vénganse que aquí te explico.

No es necesario explicar que en menos de 15 minutos y después de abordar un taxi, andábamos tocando la puerta de casa de Marcio. Al parecer, los lunes de Ula-Ula es una tradición brasileña aprendida por un grupo de los presentes en un viaje a Sao Paulo.

Las reglas del juego son simples. Es un duelo simple de a dos. El que dura mas gana. El perdedor toma. Simple y efectivo. El juego empieza y yo quedo estupefacto por la habilidad de algunos.

Lo siento gente, pero lo mío no es esto. El Ula-Ula siempre fue un juego traumático en mi infancia. Al igual que el trompo y el yo-yo, el Ula-Ula me parecía de lo mas complicado y mi falta de coordinación motriz no me permitió desarrollarme en ninguna de estas habilidades. Si jugaba canicas (bolitas) era porque los colores brillantes de ellas siempre me llamaron la atención. Yo pertenezco a la primera generación de Nintendo, el Ula-Ula es muy complejo para mi. Mejor me voy al patio con el resto de antisociales.

No me quede mucho tiempo aquella noche. Algunas veces entro en breves periodos de abstinencia etílica que me permiten ver las cosas desde otra perspectiva, una menos borrosa.